Wednesday, June 16, 2004

California promulga una ley para limitar el rastreo de contenidos
Se impide que las compañías almacenen en un registro todos los correos enviados
J. ARRIETA/

El sistema por el que Gmail administra la publicidad personalizada en sus buzones ha reabierto el debate sobre la confidencialidad de los e-mails. «El correo electrónico no es algo que se pueda tratar de cualquier manera -proclama Borja Marcos, de Sarenet-. Que se mire el contenido de los mensajes para elegir la publicidad me parece un disparate. Ahora, la cosa cambia si el usuario ha dado su consentimiento». Para este especialista en seguridad informática, dicha admisión «supone renunciar a un derecho y puede representar un precedente muy peligroso». Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, afirma que detrás de esta «vulneración consentida de la privacidad» existe «un problema de fondo»: «No es sólo Gmail. Los demás correos también tienen sistemas que rastrean los contenidos de los mensajes, es así como funcionan los filtros anti-spam».

Google se ha encontrado con esta preocupación por la inviolabilidad del correo en su propia casa: California. El Senado del estado gobernado por Arnold Schwarzenegger ha aprobado una ley cuyo objetivo es declarar ilegal cualquier sistema de rastreo con propósitos publicitarios en el que intervengan personas. Asimismo, se prohíbe que el sistema archive un registro de todos los correos enviados, como preveía Google en un principio.

La medida ha sido el resultado de una campaña emprendida por la senadora demócrata Liz Figueroa, cuyo objetivo era garantizar que «nuestras comunicaciones privadas sigan siéndolo». En España, la Federación de Consumidores en Acción (FACUA) se unió a una campaña internacional en contra de lo que ellos llaman «el correo espía que proyecta Google». FACUA ha advertido de que Gmail vulnera la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter personal.

Google ha respondido a la iniciativa encabezada por Figueroa con una detalladísima explicación sobre su política de privacidad publicada en la página de presentación de su servicio de correo. «Gmail no representa ninguna invasión de la intimidad de nadie», afirman los responsables del codiciado buzón. Para Google, todo el sistema de rastreo es confidencial y no supone amenaza alguna. Al contrario, lo expone como un servicio que evita la publicidad engorrosa.