Capital digital

Alejandro Ángeles El Universal Viernes 22 de octubre de 2004 Finanzas

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La cuenta mágica

Hace poco hacía confesión de algunas de mis adicciones de cibernauta. Una consistía en picar al botón de `Obtener` de mi correo electrónico cada cinco minutos.

Pues tiene tres semanas que mi adicción se complicó. En la otra ocasión me refería a mi cuenta del periódico, que es una de mis más preciadas y efectivas herramientas de trabajo.

Pero esta vez, he sucumbido a la magia de Gmail, el servicio de correo electrónico gratuito de 1 gigabyte que Google, el motor de búsquedas en internet, liberó el 1 de abril de este año. Aún recuerdo que algunos servicios noticiosos afirmaban que se trataba de una broma por tratarse del April`s Fool, la fecha en que en esos países la gente gasta bromas similares a las de nosotros del 28 de diciembre.

Y es que 1 gigabyte es simplemente mucho espacio para guardar correos y además, es gratis. Hotmail y Yahoo! a lo sumo ofrecen 200 megabytes, los cuales se saturan de inmediato con el spam nuestro de cada día. Estos dos proveedores también ofrecen buzones de correo de 1 gigabyte, pero cobran y no tienen el arma secreta de Gmail: un buscador similar al de Google, sólo que esta vez funciona dentro del buzón personal, buscando palabras clave en los mensajes que uno ha enviado, recibido o archivado. ¡Ya no más mensajes perdidos! Los servicios de correo gratuito abundan. Pero a veces es una lata recordar que hay que entrar a checarlos para que uno no pierda la cuenta. En el caso de Yahoo! si uno no revisa su buzón en nueve meses, adiós cuenta. En Hotmail, los muchachitos de Bill Gates son más estrictos, si luego de 30 días no revisa uno su cuenta, es cancelada.

Mucha gente podría preguntarse: "¿Para qué me cambio de servicio, si ya mi cuenta está bien establecida y todos mis contactos me escriben ahí?" Esto podría hacer que no muchos quisieran cambiarse, pero muchos de quienes han probado Gmail, que ya se cuentan en cientos de miles en todo el mundo dicen que es la mejor cuenta que han tenido a la fecha.

El servicio por ahora funciona en versión Beta (que es como las empresas de software llaman a sus productos cuando los lanzan para pruebas por parte del público usuario). Esto quiere decir que los desarrolladores de Gmail harán mejoras o correcciones al servicio en tanto obtengan retroalimentación de los usuarios invitados a usarlo.

En efecto, invitados. Que así es como ha funcionado. De repente, algún amigo recibe una invitación y un día, luego de usar su cuenta, Gmail le manda invitaciones para seis contactos más.

En algunos países, estas invitaciones comenzaron a venderse en una especie de mercado negro. En Corea, por ejemplo, una invitación a probar Gmail llegó a cotizarse en 20 dólares.

Eso llevó a Google a prohibir la práctica de compraventa de sus invitaciones, negando las solicitudes de cuentas de quienes han comprado una de ellas en algunos de los sitios de subastas que las han ofrecido.

Aclarando que no tengo nada que Gmail me haya ofrecido, la invitación me llegó por medio de un contacto; es ocasión de ser generoso, por lo que enviaré una invitación de este servicio a las cuatro primeras personas que me envíen un correo. Hasta la próxima.

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