(18-10-04) Surgen las primeras críticas a "Google Desktop" por cuestiones relativas a la seguridad
Tal y como sucedió con GMail, los más celosos de la privacidad “on line” han encontrado varios ‘peros’ al nuevo servicio de Google, el Google Desktop. David Burns, consejero delegado de la firma Copernic, considera "inaceptable" descargarse el software que rastrea en el disco duro del ordenador para ofrecer todos los documentos en los que aparece el término solicitado. Google mantiene que los usuarios no tienen nada que temer.
(Libertad Digital) Desde varios foros y bitácoras se ha puesto en tela de juicio la nueva aplicación de Google, ya que, al husmear en el disco duro del ordenador, muchos coligen que la información pasa a formar parte de las bases de datos de la compañía. Tal y como ocurrió con la polémica relativa a GMail, el buscador niega este extremo y propone leer el contrato de uso que todos los usuarios deben aceptar antes de descargar el producto.
En éste se afirma que la información recopilada por la empresa no es de carácter personal, sino que se limita a cuestiones como número de búsquedas realizadas, tiempo que se dedica a ver los resultados o informes que aluden al buen o mal funcionamiento del software con el fin de mejorarlo. Google Desktop se encuentra por el momento en fase de pruebas.
¿Quién levanta la mano?
David Burns es una de esas personas a las que el invento de Google no le ha convencido en absoluto. En un artículo publicado en The Register, el CEO de Copernic alerta a los usuarios de que deben ser conscientes de las pretensiones de Google de cara al futuro. A su juicio, éstas consisten en combinar información pública –aquella que se almacena en Internet– y privada –la que se guarda en cada ordenador– con el único fin de mejorar la inserción de publicidad contextual. Burns pone un ejemplo clarividente: “Que levante la mano quien quiera que Google sepa qué fotografías o MP3 tiene” en su ordenador, reta, para inmediatamente asegurar que muy pocos alzarían el brazo.
Burns admite que hace tiempo ya planteó a los fabricantes de ordenadores desarrollar un servicio de similares características al que ahora ha presentado Google, pero se topó con su reticencia aduciendo que su reputación podría tambalearse.
De hecho, Burns relaciona “Google Desktop” con las demandas que lleva presentando, desde hace un año, la Asociación de la industria musical de Estados Unidos, la ínclita RIAA. A su juicio, el programa del buscador compromete a los usuarios que intercambien ficheros protegidos con los derechos de autor, ya que la localización de archivos en su ordenador resulta ahora tremendamente sencilla.
En realidad, las críticas de Copernic se deben más a que ofrece servicios similares al de “Google Desktop” – dispone de una aplicación similar para Windows, que puede descargarse de forma gratuita–, más que a su preocupación por la privacidad “on line”.
Polémica sobre las páginas seguras
Por su lado, desde la web de información sobre buscadores Search Engine Watch se cita como problema mayor los datos privados que quedan almacenados en el ordenador y que Google Desktop localiza con desconcertante eficacia. Los resultados ofrecidos no tendrían mayor problema si no fuera, como se detalla en la publicación, porque al consultar la cuenta bancaria “on line” quedan almacenadas las páginas personales que se visitan después de introducir el nombre de usuario y contraseña pertinentes. Consciente de este peligro, desde Google se ha recomendado a todos los usuarios preocupados por esta cuestión que desactiven, dentro de la categoría de opciones, la casilla marcada por defecto para que el programa busque entre las páginas seguras por las que se haya navegado.